Durante las mentorías que realicé las últimas semanas para líderes empresariales, ha surgido una conversación sobre la habilidad para permanecer abierto a aprender, en inglés “being coachable”. Conforme nos desarrollamos en una empresa o en una carrera independiente, solemos perder esta habilidad, por diferentes motivos: ego, falsa seguridad, creer conocerlo todo, falta de feedback sincero, entre otros.
En mi vida y en mis conversaciones aplica siempre un mantra “aprender y divertirse”, si eso funciona, todo fluye en nuestro trabajo, relaciones, proyectos, etc. Parte del aprender es reconocer que no se sabe todo, que a nuestra aguda mirada pueden escaparse puntos ciegos que no logramos divisar y ahí es cuando permanecer abiertos a aprender nos ayuda a mejorar.
Ahora, permanecer abiertos a aprender es un ejercicio que implica varios pasos: primero aceptar con humildad que no sabemos todo y que cada conversación, interacción o proyecto puede proveernos conocimiento útil que antes no teníamos. Segundo es necesaria una actitud abierta para que otras personas con quienes interactuamos tengan la confianza y el deseo de compartir con nosotros, sean nuestros jefes, colegas o equipo de trabajo. Tercero recibir de forma asertiva e inteligente el feedback nos ayudará a discernir entre aquello que es un ejercicio sincero de crítica constructiva que abre un camino de desarrollo y aquello que es crítica simple que solo busca generar ruido. Cuarto y último, diseñar un plan y comprometerse con el mismo para incorporar ese conocimiento o habilidad, que entendemos, nos hace falta.
Permanecer abierto a aprender es una habilidad apreciada por los managers, de seguro en nuestra carrera todos hemos tenido la experiencia de encontrar en nuestro equipo de trabajo personas que están abiertas a aprender y otras personas que crean resistencia a aprender algo nuevo. La diferencia es notable, primero en la calidad de las conversaciones que tenemos, las primeras suelen ser procesos agradables y constructivos, las segundas procesos incómodos y desgastantes; y segundo, en el largo plazo se nota un mejor desarrollo en aquellas personas que se muestran flexibles para aprender frente a aquellas que adoptan una actitud defensiva.
Por último, el concepto de permanecer abierto a aprender se aplica al entrenamiento como tal, la orientación o la retroalimentación. En un entorno que se reinventa constantemente, nosotros también debemos reinventarnos y permanecer abierto a aprender es una habilidad crítica para desarrollar.
Consulta sobre nuestras verticales: